Historia de cada castillo

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Cada castillo del Loira tiene su propia historia. Afortunadamente, al contrario de lo que podríamos pensar, los castillos son muy diferentes entre ellos. Su construcción no data de la misma época, pero en todos se llevaron a cabo trabajos de reforma durante el Renacimiento, sobre todo durante el reinado de Francisco I. En la época en la que la familia real estaba instalada en el Valle del Loira, todas las residencias a orillas del río debían estar a la altura de sus majestades.

El castillo de Chambord

Chambord existe desde la Edad Media. Fue reformado por iniciativa del rey Francisco I con una arquitectura típica del Renacimiento. Está construido sobre la base de una fortaleza con ornamentos de estilo gótico para un castillo con planta de cruz griega. Este castillo, donde se recibió a Carlos V en 1539, fue consolidado por Carlos IX en 1566.

En la actualidad, el dominio nacional de Chambord tiene una superficie de 5440 hectáreas con su castillo, de las cuales 1000 hectáreas están abiertas al público.  Es un parque forestal cercado con un muro construido para conservar los animales de caza del dominio.

El castillo de Chenonceau

El castillo de Chenonceau es conocido como el «Castillo de las Damas» en referencia a las diferentes propietarias y fundadoras que han marcado su historia. Desde 1250 hasta el siglo XX, se han ido sucediendo los propietarios y las obras de remodelación. Este lugar gozaba de una ubicación estratégica para el transporte de madera por el río Cher y el tráfico fluvial se gestionaba en el castillo. Desde 1535, el castillo pertenecía a Francisco I, que lo abandonó porque prefería Fontainebleau.  Más tarde, Diana de Poitiers construyó con el arquitecto Philippe Delorme el puente que cruza el río Cher, así como los jardines que llevan su nombre. Tras la muerte de Enrique II, Catalina de Médici tomo posesión del castillo y emprendió una serie de trabajos para embellecer el edificio y los jardines.  Luisa de Lorena, Madame de la Pelouze y Laure Menier también llevaron a cabo obras de restauración y remodelación en el castillo de Chenonceau.

El castillo de Cheverny

El castillo de Cheverny, un edificio antiguo, fue ampliado durante el reinado de Francisco I por iniciativa de Jean Hurault. El edificio fue prácticamente destruido en la década de 1630. Henri Hurault mandó construir un nuevo castillo con artistas de renombre, como el pintor Jean Mosnier para los cuadros del interior y el escultor Gilles Guérin para las esculturas del jardín a la francesa. Este último trabajó más tarde en la decoración del palacio de Versalles.

El castillo de Cheverny sirvió de inspiración a Hergé para dibujar el castillo de Moulinsart en las aventuras de Tintín y Milú. 85 000 personas visitan cada año la exposición dedicada a la obra de este dibujante.

El castillo de Amboise

Los señores de Amboise se establecieron en este castillo en el siglo XII y tomaron el control del lugar. En 1431, Amboise pasó a formar parte de los dominios de la realeza tras el complot contra Luis de la Trémoille, en el que participó Louis de Amboise. Era un castillo muy querido por la familia real, que lo convirtió en un lugar de refugio para los sucesores de la Corona.

Carlos VIII hizo venir a artistas italianos para ampliar y reformar el castillo. Luis XII también emprendió trabajos de ampliación en el castillo y lo cedió más tarde a Luisa de Saboya. Allí crió a Margarita de Angulema y a Francisco, el futuro rey Francisco I. También se realizaron otras ampliaciones por orden de Enrique II.

El Clos Lucé

El Clos Lucé es una mansión construida en el año 1500. De 1516 a 1519, fue la residencia de Leonardo da Vinci, invitado por el rey Francisco I a la edad de 64 años. Trajo en su equipaje el cuadro de La Gioconda, adquirido por el rey.


Villandry

El castillo de Villandry fue construido por Jean le Breton, ministro de finanzas de Francisco I. Su construcción terminó en 1536, pero se realizaron obras en el interior y en el patio desde el siglo XVIII. En la actualidad, está compuesto por un torreón feudal del siglo XII y un castillo renacentista.

En 1906, Villandry pasó a ser propiedad de la familia Carvallo, que salvó al castillo de la demolición.  Allí instalaron una importante colección de cuadros de grandes pintores españoles. El jardín fue declarado «Jardín Notable» por el Ministerio de Cultura francés, que creó esta distinción en 2004 para fomentar y proteger el patrimonio jardinero francés.

Hoy en día, los castillos del Loira más conocidos están en manos de propietarios privados que abren este patrimonio al público. La visita de los castillos es una oportunidad para sumergirse en la historia de Francia, pero al mismo tiempo permite financiar los trabajos de restauración actuales y futuros.

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