La Virgen de las Rocas de Leonardo da Vinci

Visita del Museo del Louvre A partir de 43,00 € Más información

Esta obra maestra forma parte de las principales pinturas presentes en el Louvre. Elaborada por Leonardo da Vinci y los hermanos de Predis, Evangelista y Ambrogio, fue encargada en 1483 por la Cofradía Franciscana de la Inmaculada Concepción para decorar una capilla en la iglesia de San Francesco Grande en Milán. Este óleo sobre tabla estaba destinado a ocupar el lugar central de un tríptico.

Existe otra versión más reciente de la tabla, expuesta en la National Gallery de Londres. Esta segunda pintura, hallada en dicha capilla de la Cofradía, confirma que la primera tabla, expuesta en el Louvre, nunca ocupó su lugar.

Una obra sujeta a interpretación

Esta obra celebra el misterio de la Encarnación con los siguientes personajes: María, Cristo, San Juan Bautista.

Los patrocinadores de este óleo sobre tabla dieron instrucciones muy precisas sobre las dimensiones de la obra. De hecho, estaba destinada a exponerse en un marco de madera ya tallado. El tema de la pintura es interesante: no representa ningún episodio de los evangelios, por lo que está sujeto a diversas interpretaciones. En realidad, la Virgen de las Rocas hace referencia a una leyenda que recrea el encuentro entre San Juan Bautista y Jesús durante su exilio en Egipto. Como San Juan Bautista era huérfano, Dios le asignó al arcángel Uriel como protector. Su encuentro tuvo lugar en una cueva, momento en el cual el arcángel Uriel pidió a María que acogiera a San Juan Bautista bajo su protección. San Juan Bautista destaca en la tabla, señalado por el arcángel Uriel y ubicado justo al lado de María.

La creación de una segunda versión

Al recibir el óleo sobre tabla, la Cofradía no quedó satisfecha. A decir verdad, debido al tamaño de San Juan Bautista, a su situación al lado de María y a la posición del niño Jesús, era muy fácil confundir a ambos. Por tanto, la pintura de La Virgen de las Rocas se rechazó y nunca llegó a instalarse en el tríptico al que estaba destinada.

Da Vinci tardó más de 20 años en producir una segunda tabla. Además, la habría pintado Ambrogio de Predis entre 1495 y 1508, bajo la dirección de Leonardo da Vinci, para sustituir a la anterior.

Esta segunda versión, expuesta en la National Gallery de Londres, es muy diferente de la primera. En ella se destaca la identidad de los dos niños: se añade un aura sobre la cabeza de Jesús y una cruz entre las manos de San Juan Bautista. También desaparece la mano del arcángel que apuntaba a San Juan Bautista. Esta obra fue la que ocupó el centro de la capilla de la iglesia de San Francesco Grande en Milán.

Luis XII pudo adquirir fácilmente la obra inicial, abandonada por sus patrocinadores, entre 1500 y 1503, e incorporarla a las colecciones de arte francesas. Visite el ala Denon del Museo del Louvre, 1ª planta, sala 5, para contemplar la pintura.

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